Un enano y un gigante,
se encontraron una vez.
se encontraron una vez.
y al principio conversaron
con muchísimo interés.
con muchísimo interés.
El enano se empinaba
en la punta de los pies
en la punta de los pies
y el gigante, agachadito,
lo escuchaba no mas bien.
lo escuchaba no mas bien.
Pero al tiempo sus visitas
no pudieron continuar,
no pudieron continuar,
al enano le dolían
las puntitas de los pies
las puntitas de los pies
y al gigante ,la cintura,
se le estaba por romper.
se le estaba por romper.
Y pensando la manera
de encontrar la solución
de encontrar la solución
el gigante su gran mano
al enano le tendió
al enano le tendió
y el enano de un saltito
muy feliz se acomodó.
muy feliz se acomodó.
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